Los Dallas Cowboys han asegurado la continuidad de su defensiva al llegar a un acuerdo de tres años con el safety Markquese Bell, valorado en hasta 12 millones de dólares. Este movimiento destaca el compromiso del equipo por mantener su núcleo defensivo y reforzar su plantilla de cara a las próximas temporadas.
Bell, de 26 años, inició su carrera en la NFL como agente libre no seleccionado en el draft de 2022, proveniente de la Universidad de Florida A&M. A pesar de comenzar en el escuadrón de práctica, su versatilidad y desempeño le permitieron ascender al roster activo. En 2023, bajo la dirección del entonces coordinador defensivo Dan Quinn, Bell fue trasladado temporalmente a la posición de linebacker debido a necesidades del equipo, demostrando su adaptabilidad. Sin embargo, en 2024, con Mike Zimmer como coordinador defensivo, regresó a su posición natural de safety.
Durante la temporada 2024, Bell participó en nueve partidos antes de sufrir una lesión en el hombro que requirió una cirugía y lo dejó fuera el resto de la temporada. A pesar de esta adversidad, su desempeño en equipos especiales y su potencial en la defensiva secundaria han sido factores clave para que los Cowboys aseguren su continuidad.
Con este nuevo contrato, los Cowboys no solo retienen a un jugador valioso, sino que también gestionan eficazmente el tope salarial. Al firmar a Bell con un contrato multianual, el equipo reduce el impacto en el tope salarial de 2025 en comparación con lo que habría sido con una oferta de segunda ronda, que habría sido de 3,26 millones de dólares. Aunque el salario anual promedio del nuevo acuerdo es de 4 millones de dólares, el bono por firmar se prorratea a lo largo del contrato, lo que beneficia la estructura salarial del equipo.
Este acuerdo con Bell se suma a otras decisiones estratégicas recientes de los Cowboys, como la reestructuración del contrato del mariscal de campo Dak Prescott, que liberó 36,6 millones de dólares en el tope salarial al convertir 45,75 millones de su salario base en un bono por firmar. Además, el equipo añadió tres años de contrato vacío, reduciendo el impacto salarial de Prescott a 53,29 millones de dólares para 2025.
Con estas medidas, los Dallas Cowboys demuestran su enfoque en mantener una plantilla competitiva y bien estructurada financieramente, asegurando la continuidad de jugadores clave y preparándose para futuros desafíos en la NFL.
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